Venga hija, si me dejas metértela te compro el iphone
La desesperación de su padre había llegado al máximo cuando consiguió que la joven agarrase su polla. Con que se la meneara un poco no pensaba conformarse, así que empezó a tocar todo su cuerpo y eso aun lo ponía más cachondo. Pero lo que de verdad quería era penetrarla, metérsela hasta el fondo. Cuando un hombre llega a ese punto es capaz de ofrecer lo que sea, un viaje, un iphone o una consola. Lo que no sabía es que en realidad tampoco le hacía falta animarla demasiado, ya que ella estaba también muy cachonda.
La desnudó por completo, tenía un cuerpo muy bonito, propio de una chica de 19 años. Ella estaba bastante preparada y su polla hablaba por si sola, estaba tan dura que podría explotar en cualquier momento. La tumbó en el sofá y empezó a jugar con su coño, lo tenía muy húmedo, estaba empapada. Si apuntaba con su rabo a su vagina ella no diría que no, así que se puso sobre su hija y empezó a follársela.
Eso si, en cuanto se corrió en la boca de la chica olvidó todas sus promesas, algo muy típico cuando baja el calentón del momento.