Su madre siempre está dispuesta a follar y él lo sabe
La madura solo tiene ojos para su hijo, se lo consiente todo. Ha llegado al punto de que cada vez que el chico está caliente ella se ofrece a tener sexo con él, nunca le dice que no. Aquél día nada más llegar a casa llegó el chico tocándose el paquete, señal de que quería desenfundar rápidamente. Se acercó a su madre y ella sabía lo que pretendía, por lo que rápidamente los dos comenzaron a tocarse y acariciarse. Se sentaron en el sofá y comenzaron a desnudarse, no era la primera vez que lo hacían y ella estaba más que acostumbrada. De hecho le encantaba hacerlo.
El joven lo hacía todo con bastante seguridad y naturalidad, hasta el punto de que nada más sacarse la polla se la puso en la boca a su madre. Ella se la chupó como era habitual en la madura, en realidad le encantaba sentirla entre sus labios. Después se puso a cuatro patas y el joven penetró su coño. Más tarde fue la madura la que se puso encima del jovencito, su barriga y su gran culo destacaban, pero eso le ponía más caliente al muchacho. No son pocas las maduras gordas que son más deseadas por los jovencitos que las chicas de 18.
Al final se sacó la polla y se corrió en la cara de su madre allí mismo en el salón. Ella era viuda y desde luego esas cosas hacen que vuelva a sentirse joven y deseada por un hombre guapo, aunque se trate de su propio hijo.