Su hija era demasiado puta
Ella sabía perfectamente que su padre la observaba mientras se duchaba. Al viejo le encanta ver a su hija desnuda, incluso se masturbaba mirándola. Sin embargo nunca había llegado más lejos. Lo que tal vez el maduro no se esperaba fue lo que suedió aquél día. Cuando ella salió de la ducha se dirigió hacia la habitación de su querido papá con tan solo una toalla en su cuerpo. Se acostó a su lado y observó que todavía seguía duro, por lo que sin decir nada más comenzó a tocar su paquete.
El hombre permaneció ahí inmóvil sin saber muy bien que hacer ni que decir, pero no le hizo falta pues fue su hija la que se encargó de todo. Se quitó la toalla para mostrarse desnuda y tras sacar su verga de los pantalones comenzó a mamársela. Que puta era la jovencita, y cuanto le gustaba al maduro.
Poco después era la propia chica la que se estaba follando a su padre subida encima de él. Aquello era su sueño, su mayor fantasía. Ambos estuvieron follando y luego cambiaron de postura para darle a cuatro patas. Pero lo que sucedió es que el hombre se corrió dentro de ella.
Al sentir toda su corrida la jovencita salió corriendo al cuarto de baño, por lo visto aquello no terminó de gustarle.