Papá, tienes la polla dura, eres un cerdo
El padre intentaba disimular su gran erección, pero imposible no darse cuenta. Desde hacía un tiempo se excitaba viendo a su hija, una chica de 19 años muy atractiva y que solía vestir demasiado sexy para su gusto. La jovencita no podía evitar la risa al ver su gran empalmada, pero eso también la estaba poniendo cachonda. El hombre hacía como que aquello no iba con él, por lo que hacía que leía. Pero la chica quiso asegurarse de que ese pedazo de bulto era su rabo y lo tocó. Como su padre no decía nada hizo algo más descarado aun, pasó su lengua sobre el pantalón, justo donde marcaba su polla.
Ese tal vez fuera el detonante, ya no aguantaba más. Así que se sacó el rabo y se lo puso en la cara, ella sin más le hizo una mamada. Después de eso se desnudaron y follaron en el sofá. Eso al menos sirvió para descargar toda la tensión sexual que tenían acumulada desde hacía tiempo.