Papá, te deseo y quiero follar contigo

Su hija apareció en su habitación con tan solo una toalla cubriendo su cuerpo tras salir de la ducha. Se acostó al lado de su querido padre y no lo pudo evitar. Le ponía cachonda todo de él, desde su olor, su presencia varonil y su figura autoritaria. Eran tales los sentimientos que tenía por él que lo deseaba y quería sentirlo dentro de ella, quería que su padre se la follase. Nunca se había atrevido a tanto, pero a sus 19 años de edad ya tenía las cosas muy claras y sabía que debía arriesgarse por lo que quería. Lo peor que podría pasar sería que su padre le dijese que no y se enfadase, pero todos sabemos que eso no iba a ocurrir… el viejo fue una víctima fácil para una devoradora de hombres como era su hija.