Mamá, que buena estás, me pones muy caliente
Su madre le ponía cachondo, pero es que muchas veces era precisamente la madura la que lo iba buscando. El muchacho estaba en el sofá leyendo cuando de repente y después de ducharse apareció su madre con un albornoz y bajo simplemente su ropa interior. Pronto el chico dejó de prestar atención a la revista para fijarse en su madre, que caliente le ponía. Primero le tocó disimuladamente una pierna y vio que ella sonreía, la cosa se ponía interesante. Poco después estaba sacándole las tetas y besándola como si de su novia se tratase ignorando por completo el hecho de que fuera su querida mamá.
Él también se desnudó y poco después estaba penetrándola con fuerza en el sofá mientras la madura gemía sintiendo su polla bien dura dentro de ella. No pudo aguantar mucho el chico, era joven y estaba demasiado caliente, por lo que acabó vaciándose sobre el vientre de su madre.