Madre madurita se folla a su hijo

Tener una madre madurita pero joven es una gran ventaja. Se llevan pocos años ya que su madre siempre fue muy promiscua y se quedó pronto embarazada. Pero su promiscuidad no ha desaparecido con los años, hasta el punto de que es capaz de tener sexo con su hijo. El chico, a sus 18 años, siempre tiene la polla dura. Esas cosas las madres lo saben, pasa mucho tiempo en el servicio, su paquete siempre está demasiado abultado… y por un hijo lo que sea, hasta poner el coño.

Aun así choca bastante la diferencia de tamaño entre ambos. Ella es una mujer con carne, buenas tetas, caderas… él es un chico bajito y delgado. Pero tiene una buena polla, y eso es lo único que cuenta para ambos.