Mi hija es una auténtica zorra, por eso follo con ella

Es la típica que siempre va intentando seducir a todo el mundo. Ella está muy buena, y aunque esté mal decirlo ya que soy su padre, es una zorra. Dicen que se ha follado a casi toda su clase, así que por lo visto un día me tocó a mí. Estaba yo en el sofá y ella no hacía más que zorrear, como hacen las golfas. Poco a poco me fui poniendo cachondo, joder, al fin y al cabo soy un hombre. Y por un momento ya dejé de verla como a mi hija y la ví como a una chica joven que deseaba la polla de un maduro.

Así que la pillé, la tumbé en el sofá y comencé a follármela allí mismo. Le estuve dando un buen rato hasta que me corrí en su cara, luego me arrepentí un poco, pero la verdad es que me gustó la experiencia.