Convenciendo a mi hermana para follar
Mi hermana es una puta, lo sabemos todos y gracias a ello yo conseguí lo que quería. Primero le compré un regalo con la única intención de sacar algo sexual de ella, concretamente una mamada. Le había comprado un par de bonitos zapatos de esos que le gustaban y finalmente me chupó la polla. Pero que me corriera dentro de su boca no le hizo mucha gracia. Yo tenía tantas ganas que no pude contenerme, y como no me dejaba meterle el rabo en su vagina me conformé con aquello.
Sin embargo yo estaba dispuesto a seguir insistiendo para probar su coñito, y un día que la vi tumbada en el sofá sin bragas supe que podría aprovechar. A ella por lo visto ya no le importaba, así que tras un poco de insistir conseguí llevármela a la cama donde por fin pude penetrar su coño, aunque la zorra no me dejó correrme dentro de ella.