Con su hija siempre es especial
Que un hombre maduro tenga relaciones sexuales con su propia hija es algo que no debería suceder nunca, sin embargo él lo ve de otra manera. En su opinión cada vez que ambos tienen sexo es especial, muy diferente a cuando lo hacen con otras personas. Tal vez se deba a ese vínculo familiar que tanto les uno, o tal vez la diferencia de edad.
Los puedes ver besándose apasionadamente como si de cualquier otra pareja se tratase, ignorando por completo que sean padre e hija. Allí totalmente desnudos siempre empiezan con el sexo oral, ella comiéndole la polla, él disfrutando de la vagina de la jovencita… hasta que por fin por supuesto llega la tan ansiada penetración vaginal.
Es cuando esto sucede el momento en el que ambos se olvidan de todo y solo piensan el uno en el otro, follándose como si no hubiera nada más en el mundo. Lo cierto es que saben como disfrutar de sus cuerpos, pero como todo tiene un final, y el hombre acabó corriéndose sobre su hija… pero eso si, con muchas ganas de repetir.