Su hermanastra era ya una mujer madura
El tener como hermanastra a una cincuentona tiene muchas ventajas, que uno a poco que sea un poco listo puede ver al instante. De acuerdo que no estés pensando en cometer incesto a las primeras de cambio, pero si se diera el caso, hay que abrir la mente. Sé que todos piensas en jovencitas cachondas con caras de inocentes y cuerpos de putas, pero hay que ampliar mirar. Y una mujer mayor y experimentada como hermana postiza puede dar mucho juego.
Este tipo no pensó que las folladas con esta rubia madura le iban a cundir tanto, pero se llevó una sorpresa. La mujer lo atrapó con sus largas piernas y lo sedujo con sus tetas erectas, y desde entonces su polla no ha dejado de estar empalmada. Y como los dos ya tienen la edad suficiente para pasar de escándalos y tabúes, pues echan unos polvazos increibles que les saben a gloria.