Paciencia hijo, házmelo sin prisas
Los chicos jóvenes tal vez no puedan presumir de ser pacientes, pero para eso está una madre, para enseñarles. La madura esperó a que su marido y padre del chico se fuera de viaje, ella estaba ansiosa por verlo partir. La razón era evidente y se ve minutos después, quería tener sexo con su hijo.
Llevaba tiempo pensándolo y al final se decidió. En la cocina se insinuó a él y comenzó a tocarle, sabiendo que el chico siempre tenía la polla dura (ya se había dado cuenta en otras ocasiones).
El jovencito no pudo resistirse y empezó a tocar su cuerpo, lo cierto es que su madre le ponía muy cachondo. Al ver ella que su hijo tenía interés fueron a la habitación que normalmente es de sus padres, pero ahora le tocaba a él ser el hombre de la casa. Al muchacho se le veía muy nervioso e impaciente, se comía las tetas de su madre como si fueran donuts. La mujer se percató y le abrazó acurrucándolo junto a sus pechos diciéndole que no tuviera prisa.
La espera y la paciencia merecieron la pena, al final el chico le pegó una buena follada hasta que eyaculó en el coño de la madurita.